Esta frase tan contundente es de la historiadora y feminista Victoria Sau y resume la extraña sensación que muchas mujeres tienen con respecto a su propia maternidad y a su biografía como hija.
Ser hijas de una madre que "no es madre” (es decir, de una mujer que asume los valores patriarcales como propios y que se esfuerza en inculcarlos a la siguiente generación) es una experiencia definitiva sobre la que se crece, desde la sumisión o desde la rebeldía. Y en ambos casos, se paga un alto precio.
Algunas mujeres habrán podido dejar en un rincón, durante la juventud y posterior maduración, esta sensación de estafa; pero cuando ya no es posible guardarlo en un cajón, es cuando, a su vez, esa mujer se hace madre.
Entonces, entremezclado con el llanto y las sonrisas, con el amor incondicional y las ganas de salir huyendo, con la paciencia y la ansiedad, surge una conciencia que nos avisa. “Así no; así no es.”
No es dejar al bebé llorando horas, no es dejar de atenderlo, no es aparecer peinada y maquillada en las fotos del álbum familiar pocos días después de dar a luz, no es que la teta sea del padre en vez del hijo, no es aparentar que se tiene todo bajo control cuando no es verdad.
No es el miedo, la soledad, la incomunicación, los consejos no pedidos, no son los días solas con el niño en brazos, no es hacer lo que se supone se tiene que hacer porque “toca”, no es el bebé perfecto, no es pretender ser la madre perfecta…
“Así no; así no es”.
Cuando devenimos madres cae el entramado de valores, expectativas y presiones que el patriarcado ha ido construyendo a nuestro alrededor. Y nos quedamos desnudas y solas.
Las mujeres nunca tendrían que pasar por la maternidad solas, con un bebé en brazos o un adolescente en frente y sin palabras que nombraran lo que sucede en su interior. No es de extrañar que muchas mujeres prefieran salir huyendo de ese vacío existencial en el que no se reconocen. Tampoco que otras se hundan en ese vacío hasta el punto de olvidarse de quienes son realmente.
Las mujeres tenemos derecho a vivir una maternidad empoderante y placentera, ¿no crees?
Pero para que eso se de, muchas cosas en la sociedad tienen que cambiar. Dice Victoria Sau que el patriarcado se construye sobre el matricidio. La eliminación de la madre “real” en el ámbito privado, en lo colectivo y en lo simbólico.
Las mujeres no tendríamos que pasar por la maternidad solas.
Nunca.
Por eso, quiero proponerte algunos recursos que quizá te sean útiles. Aquí tienes una grabación de libre descarga de una relajación para una madre y su bebé, que sin embargo, puede ayudarte incluso cuando ese bebé ya ha crecido, estás frente a un adolescente y son otras aguas las que se agitan.
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