¿Sabes si has sido objeto de violencia obstétrica?
En el artículo 51 de la “Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia “ de Venezuela, 2007, se establece:
“Se considerarán actos constitutivos de violencia obstétrica los ejecutados por el personal de salud, consistentes en:
1. No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.
2. Obligar a la mujer a parir en posición supina y con las piernas levantadas, existiendo los medios necesarios para la realización del parto vertical.
3. Obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre, sin causa médica justificada, negándole la posibilidad de cargarlo o cargarla y amamantarlo o amamantarla inmediatamente al nacer.
4. Alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.
5. Practicar el parto por vía de cesárea, existiendo condiciones para el parto natural, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer”.
La violencia obstétrica aparece como una situación que entraña la vulneración de los derechos esenciales de las mujeres y está basado en la violencia estructural que se ejerce desde posiciones de poder asumidas en el ámbito sanitario. Se diferencia entre violencia obstétrica física, la referida a procedimientos invasivos, medicalización del parto... y una violencia obstétrica psicológica referida a los abusos verbales, ridiculización, infantilización, falta de información a la mujer o trato deshumanizado.
Y tu parto... ¿Cómo fue? ¿Hubo violencia obstétrica? ¿La identificaste en el momento, es decir, sabías que estaban violentando tus derechos con estas prácticas...? ¿Lo supiste después?
Sigo trabajando en este tema que me parece crucial. Creo que todas las mujeres deberíamos hacer el esfuerzo de revisar nuestras vivencias de parto y actualizarlas con la información que tenemos ahora. Cuando decidí dar a luz en casa a mi segundo hijo, muchas personas me decían que era valiente. Nunca lo creí. Lo que me parecía delirante era volver a pisar un lugar donde abusaron de mi. Lo sano fue irme a parir a mi casa y no aceptar y asumir que las cosas son así... que hay un poder vertical que decide por mi lo que es mejor. Sencillamente, me niego.
Y tú... ¿sabes si has sido objeto de violencia obstétrica?
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