No sé en qué momento nos cortan las alas, a las mujeres, digo, pero a tus casi diez años adivino que el momento no está lejos. Ya ha ocurrido para algunas de las niñas que te rodean. No sé bien cómo dejaron tus amigas de subir a los árboles ni cuando decidieron que no crearían sus propias historias. No sé, hija, como se pasa de los pelos revueltos y los pantalones con agujeros a la manicura y los bolsos. O se deja de divertir una con juegos de magia o tirándose a bomba en la piscina. Intuyo que el momento se acerca porque en tus elecciones, no encuentras casi a niñas y el otro día te oí decir a una amiga: "yo no soy muy femenina". Yo aún no sé bien qué significa ser femenina. Por si acaso, me resisto a considerar que sea inevitable que algo así te ocurra a ti. Pero si decides no resistirte a las expectativas que la sociedad tiene puestas sobre tus hombros, una niña buena, púber tranquila, adolescente debidamente perfumada, al menos, al menos considera que eres más grande que el limitado personaje que se te ofrece. Y que siempre podrás encontrar el hilo de vuelta a tu centro.
Pero por ahora, y si te sirve mi consejo que no me has pedido, sigue creando y corriendo, rumiando mientras contemplas las estrellas y caminando descalza; sigue saltando, hija mía, y dando volteretas y preguntando y contando esas historias que te inventas y que me hacen reír a mandíbula batiente.
Y por si esto nos pudiera servir de inspiración a ambas, miremos este video juntas... y abramos nuestras alas.
Quizás, y sólo quizás, sea inevitable que nuestras hijas e hijos se encorseten en esos trajes que parece que nos esperan conforme crecemos. Pero lo que si es seguro... es que a ellos se les quedará pequeño mucho antes que a nosotras y la pregunta que me ronda es ¿tendrán valor para arracarselo?
ResponderEliminarYo creo que si. Un beso amor.
Yo tengo esperanza en que sí. Que esta generación que llega, viene más preparada y están dispuestos a dinamitar el sistema.
ResponderEliminarQue nosotras lo veamos con salud, Dara.
Con mi hija adolescente veo procesos que por un lado son normales y predecibles, pero que por otro me gustaría transmitirle "la otra versión" y compruebo lo difícil que es llegar a ella en este momento de vuelo...pero no pierdo la esperanza, igual que llegué yo, ella también podrá hacerlo. Confío, espero...Gracias por compartir momentos, deseos...!
ResponderEliminarLo que pasa es que hay que estar tan atento para que no las capturen los sueños manufacturados...: http://www.princelandia.com/servicios/1
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