Quizá uno de los temas que más me interese desde que comencé a trabajar sobre mi propio cuerpo fueron las repercusiones que en el mismo tenían y habían tenido el paradigma en el cual había crecido. Un sistema patriarcal castrante y autoritario habían dejado huella, no solo en forma de tensiones mentales y bloqueos emocionales, sino de la relación íntima que mantenía con mi propio cuerpo y que se traducía en dolores, enfermedades y desconexión. Ahora ya hay palabras para expresar lo que ocurría y podemos analizar y mirar desde otro punto de vista estos y otros efectos que en el cuerpo de la mujer tiene la cultura en la que nos desarrollamos.
Dice la doctora Carme Valls-Llobet*:
"En estos momentos todavía no existe una docencia específica, en las Ciencias de la Salud, que aborde la Ciencia de las diferencias en salud de mujeres y hombres. Sólo de un 25 % a un 35 % de los ensayos clínicos se incluyen mujeres en patología cardiovascular, que va a ser la primera causa de muerte en mujeres. No se han adaptado los objetivos de salud con los que pagamos incentivos a nuestros profesionales sanitarios a ningún aspecto de morbilidad diferencial, ni se han adaptado los protocolos de prevención a las diferencias en la salud de mujeres y hombres."
Deberíamos reflexionar más sobre esta situación. Deberíamos saber que el hombre y la mujer no sintetizan de igual manera las medicinas, ni sus cuerpos tienen las mismas necesidades. La medicina, ajena a esta realidad, se nos impone como una apisonadora. Quizá el camino que nos quede sea conectarnos más profundamente con nuestro cuerpo a la espera de una ciencia que nos tenga en cuenta. Mientras tanto, las aportaciones de mujeres como Carme Valls-Llobet son imprescindibles. Por cierto, que esta estupenda profesional ha prologado la segunda edición del mi libro "Conciencia de Mujer.Re-conectar con el útero". Si quieres leer parte del prólogo click aquí.
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