En la medicina occidental el útero es considerado únicamente un órgano reproductor: el espacio donde se desarrolla una nueva vida. La función del útero en esta visión sería únicamente reproductiva.
Quizá uno de los primeras síntomas que experimenté al comenzar a relajar mi útero fue el cambio en los orgasmos. Se hicieron mucho más intensos, profundos, amplios.
Tal y como Casilda Rodrigáñez indica, el orgasmo que se siente en el útero es diferente, tiene otra cualidad, es más potente.
Algunas de las mujeres que han experimentado este tipo de orgasmos después de practicar la relajación del útero por un tiempo nos ofrecen relatos muy similares:
"Tuve un orgasmo en el que sentí que provenía del útero. Siempre he pensado que yo era una mujer muy clitoridiana, y con orgasmos, como mucho, vaginales."
"Energía exaltada del interior hacia el exterior, y mi piel hacía como tope hasta que salió por los poros."
"He tenido mi primer orgasmo desde el útero. Es una sensación tan extraña... y agradable (creo que es mejorable). Hoy siento que mi útero se está ampliando dentro de mí. ¡Qué increíble sensación! ¡Ah! Y con una vitalidad multiplicada. Me ha ayudado a terminar de sanar mi herida de rechazo, llevaba más de 6 años con ella."
No se trata de hacer malabarismos ni comparativas, sino de conocer nuestros cuerpos y sus posibilidades; de reinstaurar una capacidad de gozo que la cultura nos robó, pues como dice Casilda:
"«El orgasmo femenino auténtico no se produce ni en el clítoris ni en la vagina. Tiene su origen en el cuello del útero... El orgasmo cérvico-uterino... difiere radicalmente de todos los otros placeres en intensidad, en profundidad, en calidad, en ritmo sobre todo, en extensión. Es más difuso. Termina por abarcar el cuerpo entero».
Tal y como Casilda Rodrigáñez indica, el orgasmo que se siente en el útero es diferente, tiene otra cualidad, es más potente.
Algunas de las mujeres que han experimentado este tipo de orgasmos después de practicar la relajación del útero por un tiempo nos ofrecen relatos muy similares:
"Tuve un orgasmo en el que sentí que provenía del útero. Siempre he pensado que yo era una mujer muy clitoridiana, y con orgasmos, como mucho, vaginales."
"Energía exaltada del interior hacia el exterior, y mi piel hacía como tope hasta que salió por los poros."
"He tenido mi primer orgasmo desde el útero. Es una sensación tan extraña... y agradable (creo que es mejorable). Hoy siento que mi útero se está ampliando dentro de mí. ¡Qué increíble sensación! ¡Ah! Y con una vitalidad multiplicada. Me ha ayudado a terminar de sanar mi herida de rechazo, llevaba más de 6 años con ella."
No se trata de hacer malabarismos ni comparativas, sino de conocer nuestros cuerpos y sus posibilidades; de reinstaurar una capacidad de gozo que la cultura nos robó, pues como dice Casilda:
"«El orgasmo femenino auténtico no se produce ni en el clítoris ni en la vagina. Tiene su origen en el cuello del útero... El orgasmo cérvico-uterino... difiere radicalmente de todos los otros placeres en intensidad, en profundidad, en calidad, en ritmo sobre todo, en extensión. Es más difuso. Termina por abarcar el cuerpo entero».
Casilda Rodrigáñez, Pariremos con placer.
De esta manera, el útero tiene como función también el placer sexual.
Si quieres saber más sobre cómo puedes recuperar la capacidad de gozo y disfrute de tu cuerpo, en el enlace tienes más información. Recuerda que aún puedes acceder, (solo hasta el 10 de septiembre de 2021) al curso online Sexualidad: claves de mi cuerpo de Mujer.
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