Crónica del Encuentro de Mujeres, Oxitocina organizado por Gansos Salvajes Magazine. En agradecimiento a las mujeres que asistieron, a las maravillosas ponentes que nos alumbraron con su sabiduría y al equipo de Gansos Salvajes: Laura, Antonia, Ana, Mónica y Geli.
Después de este fin de semana pasado en compañía de grandes mujeres (no lo leáis como una frase hecha), una vez más llego a la conclusión de que
lo que sana, lo que nos sana profundamente es el vínculo, la buena compañía, la amistad profunda, el amor. En esta sociedad aprendimos a diseccionar la realidad intentando aprehenderla. Bajo el paradigma de la maquina de vapor hemos puesto una mirada sobre la naturaleza y la vida en que hemos separado unas partes de otras y no hemos atendido a los vínculos, a las interacciones.
Hemos pretendido saber de botánica sin atender a la fauna, o sabemos mucho del sistema nervioso pero no del endocrino o el digestivo, o creemos saber teorías psicológicas que nos explican las profundidades del alma humana, pero alejadas del contexto social. Y creo que así no hay quien se entere de qué va esto. Vivimos en una sociedad enferma donde
crecen los índices de enfermedades como depresión, ansiedad o cáncer en un medioambiente cada vez más contaminado y con formas de vida más superficiales, artificiales y rápidas, alejadas de los ritmos naturales. Y aún nos preguntamos ¿cómo es posible que estemos mal? ¿Por qué me siento mal si lo tengo todo mientras otros seres humanos mueren de hambre? Porque lo que nos falta es importante. Mucho. Más de lo que estamos dispuestas a admitir.
Este fin de semana hemos abrazado la fragilidad, la vulnerabilidad, el dolor. Nos hemos encontrado con nuestra fuerza, con el placer, con la alegría, con la amistad. Hemos reído, comido, abrazado, animado, dado consuelo, bailado, nos hemos bañado juntas en un spa, hemos hablado. Este fin de semana, nos hemos encontrado con otras mujeres con las que nos hemos permitido expresar y a las que hemos podido abrazar, y eso cura. Eso nos sana y nos hace más fuertes, eso nos hace más grandes y nos da fuerzas. Porque lo que necesitamos, en esta cultura desconectada, es crear vínculos de amor y solidaridad, es darnos cuenta del significado de la palabra interacción. Es considerar que la otra persona tiene, como nosotros, dignidad. Pero antes, debemos de dar con la propia. Iniciar el camino del autoconocimiento. Otro mundo sería posible. Gracias por permitirme ser parte de la aventura.
* Las estupendas fotografías son de Dori Romera:
http://doriromera.com/
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Excelente comida |
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Irene García Perulero
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Taller práctico |
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