Grecia sin ministras

 Pues ya está. Hay cambio de gobierno en Grecia y hay maneras ¿diferentes? de hacer política y hay un tema que me deja, como poco, anonadada. Ni una sola ministra en Grecia. 

Lo diré suavito, apesta. Esta es quizá una de las primeras fantasías que se pierden cuando empiezas a bucear en las diferentes opciones políticas. Por encima de derechas e izquierdas, de neocapitalistas o anarcosindicalistas se filtra la "cuestión de género" que diríamos en lo académico. El machismo, en el idioma del común. No me puedo creer que en toda Grecia no haya una mujer lo suficientemente preparada y con las ganas y el empuje para formar parte de ese gobierno de cambio y esperanza. No me lo puedo creer. ¿Estoy a favor de las cuotas? No, porque creo que provocan un efecto de desconfianza en las mujeres que sí están. ¿Están por propia valía y fuerza o solo para contentar a lo políticamente correcto? 

Tampoco estoy de acuerdo en las cuotas porque, que no sean obligatorias, provoca imágenes tan desconcertantes como esta. Grecia sin ministras. Así ya no nos despistamos y sabemos de qué vamos. Queremos arrebatar el poder a los poderosos (ricos) para dárselo a los pobres. Bien. Está por ver si ese cambio en la forma y en el fondo de hacer política incluye arrebatar parte del poder de los hombres para dárselo a las mujeres, o mejor dicho, si las mujeres podremos (o nos dejaran) coger lo que nos pertenece. Tajada del pastel que cuesta tanto repartir.

Igual que las cariátides, las mujeres griegas sostienen sobre su cabeza no un techo de cristal, más bien, una losa de mármol. No en vano Grecia, cuna de las democracias actuales, y ejemplo de civilización en las mentes ilustradas, fue una clara representación del patriarcado en el que solo los varones (libres) tenían derecho al voto. Insisto, que en toda Grecia no haya ni una mujer que sea capaz y quiera acceder al cargo de ministra no se lo cree nadie. Atentas.

PRÓXIMO CURSO "CONCIENCIA DE MI CUERPO DE MUJER" 

COMIENZO: 9 de febrero 2015

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