Creo fundamental dedicar algo de tiempo a analizar y obtener una mirada más profunda sobre nuestra salud y algunos supuestos médicos de la misma. Algunas ideas sobre las que llevo un tiempo pensando:
1.- La ciencia es una forma de percibir y explicar el mundo. Cada época modifica lo que es y lo que no es la realidad, por lo que no podemos considerarla una verdad absoluta e incontestable. Ciencia es un consenso temporal entre expertos. Imagina intentar explicar la física cuántica a los científicos del siglo XIX, creerían que están locos. Y esa forma de percibir y explicar el mundo está sesgada por los valores de la sociedad, como el machismo o el capitalismo.
2.- La ciencia responde preguntas que previamente alguien se ha formulado, quién es ese alguien y qué preguntas se formulan son esenciales para obtener unas respuestas u otras. Hay pocas mujeres investigadoras y menos aún directoras de investigación, así que puede que lo que nos preocupa a nosotras, no sea lo mismo que le preocupa a ellos. (Prometo post sobre investigación y episiotomía)
3.- La relación de la ciencia con el cuerpo de la mujer siempre ha sido y es compleja y algo turbia. En efecto, el cuerpo de la mujer era considerado impuro e imperfecto. El androcentrismo ha estado presente (y sigue estando, solo hay que mirar las viñetas de la SEGO) en el entorno médico.
4.- Hay un prejuicio "científico" en el que se basa la medicalización de los procesos y del cuerpo de la mujer según el cual, nuestro cuerpo no funciona adecuadamente. Parte de la premisa de que es imperfecto. Como dice la doctora Hency Goer: Todo el conocimiento obstétrico parte del prejuicio misógino de que el cuerpo de la mujer no va a hacer lo que se espera que tiene que hacer cuando se espera.
5.- Salud y enfermedad no son términos absolutos. Son relativos y responden a expectativas sociales sobre las personas. El proceso de medicalización se extiende en una sociedad del bienestar y la falta de resistencia al dolor.
6.- Los sistemas de salud responden a una ideología. Pueden ser machistas, progresistas, igualitarios, reaccionarios, clasistas... y en función de esto, tu salud será percibida de una u otra forma en función de tu estatus social.
7.- No ir al médico a no ser que se esté enferma. Los médicos están formados para diagnosticar y curar enfermedades. La medicina preventiva, aunque tiene cierto sentido, se ha convertido en un monstruo que medicaliza casi todos los procesos vitales de la vida. La responsabilidad de cada una es velar por su propia salud. Los cribados sistemáticos diagnósticos (como las mamografías) están ahora en cuestión. No parece que nos beneficien demasiado y generan iatrogenia. Este tema merece post aparte.
8.- Tu salud depende más de tu situación social y estilo de vida que de tus genes. Aunque nos parezca mentira, tu salud depende más de si vives en una democracia o país totalitario, rico o pobre, o si haces trabajo manual o intelectual o eres cuidadora o estás en paro que de los genes que portas. Las estadísticas son tercas en este sentido.
9.- Disfruta de tu cuerpo y de la vida. Al final, tu cuerpo lo vives tú, y de tu vivencia corporal depende en gran medida la calidad y el bienestar de tu vida. Es decir, tu salud.
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Granada, 2 de junio
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