Érase una vez una mujer que entró en el climatérico, o sea la menopausia. Hasta aquí nada anormal, al fin y al cabo es algo que antes o después nos va a suceder a todas. Como tenía algunos síntomas (sofocos sobre todo), fue al médico y éste le recomendó tomar unas pastillas para un tratamiento denominado tratamiento hormonal sustitutorio. Y la mujer las estuvo tomando un tiempo. Un buen día volvió a la consulta y el médico le dijo que habían retirado ese medicamento y ya no podía recetarle más pastillas. Y ese es el fin de lo que muchas mujeres en este país vivieron.
Y ahora la subtrama: En las primeras décadas del S.XX se sintetiza el estrógeno en laboratorio. Los científicos se congratulan con el invento pero no saben bien qué hacer con él. Idea: daremos estrógenos a las mujeres que tienen menos, o sea, a las mujeres en menopausia. Y comienzan a dar estrógenos asegurando que su ingesta es beneficiosa para la mujer: mejora enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, cáncer, envejecimiento, lubricación genital... Comienza la medicalización de un periodo normal de la vida de la mujer: la menopausia.
Entre 1995 y 1998 se realiza un estudio WHI (Women´s Health Initiative) en el que se estudia a 17.000 mujeres. El estudio finaliza antes de lo que tenían previsto al descubrir que las mujeres que estaban tomando la terapia hormonal sustitutiva presentaban un 23 % más de cáncer de mama que las otras. No era ético después de obtener este resultado parcial continuar con el estudio. Como comprenderéis, se retira la terapia hormonal sustitutiva, pero pocas son las mujeres que son informadas del motivo real. La Agencia Española del medicamento y el Ministerio de Sanidad en julio de 2002 hizo público el siguiente comunicado alertando de los perjuicios de dicha terapia:
http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2002/docs/THS-estrogenos-progestagenos_PS.pdf
Entonces nuestros queridos miembros de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetrícia) - y aquí hago un inciso para decir que una Sociedad Científica, aunque la escribamos con mayúsculas, es una sociedad privada que responde a intereses privados-, con un lenguaje tendencioso que merece otro post, remite a sus socios un documento en el que los anima a continuar recetando la terapia hormonal sustitutiva con datos sospechosos y nada neutros. En el siguiente enlace podéis leer dicho comunicado:
Afortunadamente hay médicas que han denunciado estos hechos y se muestran muy críticas en público, pero, ahora, como mujeres es cuando nos toca preguntarnos: ¿De verdad es la ciencia neutra? ¿Al servicio de quien está? ¿Qué hay detrás de la medicalización de nuestro cuerpo y nuestros ciclos vitales?
Preguntas que dejo abiertas para que cada una encuentre su propia respuesta.
Suscríbete aqui a la video conferencia gratuita |
¡Cuanto me alegro de leer este post! Porque he algunas personas se han escandalizado de que no tomase ningún tratamiento para la menopausia. Siempre he pensado que es un proceso natural.
ResponderEliminarSe transmite una amenaza velada de que si no haces algo se van a disparar un montón de procesos degenerativos.
Tal vez vivimos demasiados años y todas las piezas no funcionen muy bien hasta el cada vez más alejado fin de nuestras vidas.
Será cierto, tendremos que cuidarnos, pero me mantengo escéptica cuando se proponen remedios asustando a la gente con lo que te puede pasar si no tomas no sé qué. Porque no es la primera vez ni la última que se hacen campañas para el consumo de fármacos que no han sido probados y que después resultan perjudiciales. Así a bote pronto recuerdo la talidomida. Del asunto de las vacunas también se podría hablar largo y tendido.
Cuando van a tener en cuenta que no necesitamos fármacos, lo que necesitamos es consciencia del proceso.
ResponderEliminar